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“5 Claves para Despertar tu Sensualidad”

Conectar con tu sensualidad: 5 creencias que te lo impiden
noviembre 21, 2021

Existen tantos mitos y creencias sobre la sensualidad que podría escribir un libro entero. Y es que a lo largo de los siglos se ha ido tiñendo de los miedos, las inseguridades y la falsedad con la que el ser humano se presenta ante los demás, y que tal vez te impiden conectar con tu sensualidad.

Porque el ser humano no es auténtico, no. Se esconde detrás de numerosas máscaras para que los demás no lleguen a vislumbrar quién es detrás de ellas. Qué miedos, qué defectos, qué heridas, qué traumas trae consigo, que ni siquiera él o ella se atreve a reconocer.

Y, de esta forma, las personas convertimos energías que son neutras en algo retorcido: vamos cargándolas de todo el peso de aquello que reprimimos, de aquello que no nos permitir experimentar ni expresar. Entran ahí todos nuestros miedos, nuestros anhelos, etc. Y esto es precisamente lo que ha sucedido con la sensualidad.

Por qué es difícil conectar con tu sensualidad dependiendo de tus creencias

Una energía neutra, que el ser humano se ha encargado de ocultar tras capas y capas de creencias (algunas positivas y otras bastante negativas). Estas hacen que hoy en día las mujeres estemos sumamente alejadas de lo que es nuestra sensualidad natural. Esa sensualidad que no hay que fingir sino que es producto del conocimiento de nosotras mismas, de nuestro cuerpo, de la confianza y el amor que nos tenemos y de permitirnos ser auténticas, sin tanta máscara innecesaria.

Lo que ocurre con la sensualidad es que carga con tantísimas creencias que el ser humano le ha ido poniendo a lo largo de los siglos, que hoy en día por mucho que te esfuerces en tratar de reconocerlas y cambiarlas siguen estando ahí. Algunas de ellas parecen incluso inofensivas, ni siquiera les prestas atención porque crees que no tienen ningún impacto real en tu vida. Pero en realidad te limitan de una forma que jamás hubieras pensado.

Y esto es precisamente lo que sucede con las creencias limitantes que tenemos las mujeres en torno a la sensualidad. Que aunque pensemos que no tienen mucha importancia, nos afectan a un nivel mucho más profundo de lo que imaginamos. Cuando empecé a trabajar este tema en profundidad a nivel personal entendí que la sensualidad es una energía preciosa y expansiva. Cuanto más conectada estoy con ella, más disfruto de la vida y más abundante soy.

La energía femenina en tu interior

Y es que se trata de una cualidad intrínseca de la energía femenina, por lo que cuando la trabajas también empiezas a integrar las demás cualidades de la energía femenina en ti. Y al trabajar la sensualidad e ir conectándote cada vez más con ella, estás también trabajando tu magnetismo, que es la capacidad de atraer cosas a tu vida, de atraer otras energías: dinero, una relación de pareja sana, un trabajo más alineado con tus valores, un grupo de amigos con los que tengas más cosas en común, etc.

A lo largo de mi vida y de los años que llevo guiando a otras mujeres en procesos de empoderamiento, he podido identificar cinco creencias que son las que se repiten con más frecuencia y las que más alejan a la mujer de conocer su propia sensualidad.

Para ser sensual mi aspecto físico tiene que ser muy llamativo:

Esta creencia se basa en que tienes que tener un cuerpo 10 para ser sensual y para ser deseable. En nuestra cabeza lo que significa es que si no eres el centro de atención de los hombres se debe a que no eres sensual. Y, por desgracia, es el motivo por el que muchísimas mujeres creen que deben recurrir al maquillaje, a la cirugía plástica, a los escotes o a la minifalda para conseguir que un hombre se fije en ellas. ¿Por qué? Porque creen que tener mejor pecho, mejores labios o dejar ver más las piernas es un signo de sensualidad.

Y nada más lejos de la realidad. Porque lo cierto es que cuando falla el elemento primordial, es decir, el amor propio, no hay pintalabios, ni escote, ni tacones imposibles que puedan convertirte en una mujer que se siente a gusto con su propia sensualidad. Porque aquí la cuestión es cómo te relacionas tú con tu cuerpo, cómo percibes tú tu cuerpo. Y este trabajo no se hace desde afuera, sino desde adentro.

La autocrítica, esa peligrosa enemiga

Si estás constantemente criticando tu cuerpo, juzgándote cuando te miras al espejo, deseando tener otro cuerpo, es imposible que de esa actitud surja el respeto hacia ti misma y la admiración hacia tu templo y hacia tu persona. Y para despertar y cultivar la sensualidad en ti es fundamental que exista esa relación de amor y respeto.

Lo que nos aleja de la sensualidad es no sentir gratitud por nuestro cuerpo, porque la sensualidad es una energía que necesita al cuerpo como vehículo. Si quieres conectar con tu sensualidad y ser capaz de sacar a la luz tu parte más sensual, debes tratar a tu cuerpo como el templo que es. Independientemente de que tengas más o menos curvas, independientemente de que te pongas más o menos maquillaje.

La sensualidad es cosa de mujeres manipuladoras y falsas:

Esta creencia es producto de pensar que la sensualidad no es algo natural en nosotras, sino que es una actitud que se aprende a lo largo de la vida. Y, lo que es peor, es una creencia absolutamente limitante que lleva con frecuencia a que las mujeres se enfrenten entre sí.

La sensualidad forma parte de todas y cada una de las mujeres; se trata de una cualidad que ya está en ti, con la que debes aprender a conectar para poder reconocerte y sentirte a gusto en ella. Si crees que la sensualidad es algo que se finge, es porque todavía estás muy alejada de tu sensualidad natural.

Con esto no quiero decir que no haya mujeres que fingen una actitud sensual. Por supuesto que sí las hay. Pero cuando esto sucede es porque esa mujer aún no ha reconocido la sensualidad que hay de forma natural en ella, es porque aún no ha establecido esa relación de amor y respeto hacia sí misma y hacia su cuerpo.

Si crees que debes fingir algo porque no lo reconoces en ti, es normal que con el tiempo termines pensando que esa actitud es falsa, porque en realidad lo es. Porque todavía no has encontrado la fuente de lo que naturalmente te convierte en una mujer sensual. Y, en consecuencia, que esto te lleve a pensar que si tienes que fingir para sentirte de una determinada manera y para hacer pensar a otro que eres de una determinada manera (es decir, sensual), es que en realidad estás manipulando a la otra persona para que crea algo de ti que no es cierto.

De las cinco creencias que aquí te planteo, esta es en mi opinión la más limitante de todas.

Algunas mujeres sí son sensuales, pero yo no:

O dicho de otra manera, que en la rifa de la sensualidad no saliste ganadora, por lo tanto te toca resignarte a una vida de no-sensualidad. Porque la mujer que no se siente sensual, no va a serlo nunca.

La sensualidad es una actitud, así que hay que dedicarle tiempo, hay que dedicarle atención y aprender prácticas que te ayuden a descubrirla y a cultivarla. Pero no se trata de que tú sí seas o no seas sensual. Tú ya eres sensual, y lo que tienes realmente ante ti es una decisión:

¿Quieres despertar y conectar con su sensualidad o no?

¿Quieres sentirte una mujer sensual y regalarle al mundo el don de tu sensualidad o no?

Cuanto más pienses que otras mujeres sí son sensuales pero tú no, más rechazas tu propia sensualidad, y al final llega un momento en que te crees esa historia que llevas repitiéndote años y años.

Si me muestro sensual pensarán que soy una mujer fácil o una buscona:

Vaya, antes ya te presenté la creencia que en mi opinión es la más limitante de todas, y ahora me encuentro en la misma tesitura. Y es que creo firmemente que esta es la creencia número 1 que hace que muchas, muchísimas mujeres oculten su sensualidad con tanto ahínco que, con el paso de los años, llega un momento en que olvidan que ellas también son sensuales.

Te invito a que cierres los ojos y repitas mentalmente esta frase “si me muestro sensual pensarán que soy una mujer fácil o una buscona” y a que observes qué reacción física tiene en tu cuerpo. Es opresiva, ¿verdad? Tu cuerpo se cierra y se hace pequeñito. Y es que es consecuencia de creer que la sensualidad conduce al sexo. ¡Y esta es otra de las creencias que deberían estar en el pódium de las más limitantes! Así que aquí te traigo dos por el precio de una 😉

No podemos controlar lo que otros piensan ni las creencias de los demás

Pero sí podemos decidir cuáles queremos que sean las creencias que moldean nuestra realidad. Y te garantizo al 100% que si eliges pensar que la sensualidad es una señal de facilidad o predisposición al sexo, entonces nunca podrás conectar con tu parte sensual. Siempre estará detrás acechando el miedo a que los demás piensen que eres una mujer que se entrega con demasiada facilidad a los hombres.

Y déjame decirte que es también una creencia que limita tremendamente la visión de lo que es la sensualidad. La sensualidad es nuestra capacidad para conectarnos con la vida, con el gozo por la vida. Es una energía sumamente expansiva. Reducirla a un mero vehículo para llegar hasta el acto sexual es francamente ofensivo.

Los hombres solo se fijan en mujeres sensuales y provocativas:

Y si esto fuera cierto, ¿entonces las mujeres heterosexuales que no se sienten sensuales están “condenadas” a no tener pareja nunca? Esta falsa creencia demuestra su falsedad por sí misma, y es que a día de hoy hay miles de mujeres en el mundo que no se sienten sensuales y sí tienen pareja. A mí han acudido algunas de ellas, y las he ayudado a conectar con su sensualidad y a perderle el miedo a la sexualidad.

Esta creencia es sumamente dolorosa, porque genera un miedo en la mujer que todas en algún momento de nuestra vida hemos sentido. El no ser suficientemente atractivas o deseables para los hombres despierta nuestra herida de rechazo. En el fondo lo que sentimos es que nuestra feminidad es rechazada. Y esta herida es muy profunda en las mujeres, es como sentir que rechazan tu esencia, la parte más profunda de ti misma, lo que más te define. Que es el ser mujer.

La feminidad es esa parte de nosotras en la que nos sentimos bellas, deseadas y en sintonía con nuestra naturaleza femenina.

Y cuando nos sentimos atacadas en esa esencia tan pura e inocente, supone una disociación dolorosísima. A partir de ese momento es como si una parte de ti misma muriera.

Y esta herida es la que hace que muchísimas mujeres se cierren a su sensualidad y, como consecuencia, esta cualidad de la energía femenina se queda congelada en ellas. ¿Es quizá tu caso? ¿Quizá sentir el rechazo de un hombre concreto te hizo empezar a sentir miedo o incomodidad por mostrar tu sensualidad, justamente para no volver a sentir el dolor que supone el rechazo a nuestra feminidad?

Pero lo que debes comprender es que tu sensualidad no tiene que ver con ningún hombre, ni con ninguna otra persona, tiene que ver contigo y con cómo te relacionas contigo misma. Tu sensualidad no la determina ningún factor externo, sino que la determinas tú misma en la medida en que te permites conectar con ella y expresarla.

En conclusión:

Estas cinco creencias tienen un núcleo común, y es una autoestima débil producto de una falta de autoconocimiento. Por insignificante que creas que puede ser alguna de las creencias que tienes en torno a la sensualidad, si es una creencia que de alguna forma te condiciona, te invito a que te des tiempo para reflexionar sobre ella y descubrir por qué decidiste incorporarla a tu vida. ¿De qué te protege esa creencia? ¿Qué dolor está tratando de tapar?

No seas dura contigo misma. Recuerda abordar tus creencias siempre con el máximo cariño y la máxima compasión contigo misma. Y déjame decirte algo más, que espero que te ayude a despertar el deseo de conectar con tu sensualidad, y es que el mundo se merece verte radiante, luminosa y llena de vida. ¡Y tu sensualidad te va a dar eso y mucho más!