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Buscar pareja: ¿nos aleja de nosotras mismas?
agosto 22, 2021

Buscar pareja puede alejarte de descubrir quién eres realmente.

Quizá darte cuenta de esto suponga uno de esos momentos de inflexión que la vida te presenta para que reflexiones sobre ciertas decisiones y sobre lo que realmente quieres.

Por eso, en este blog voy a hablarte de:

  1. Las relaciones de pareja y sus energías
  2. Una vida sin pareja: una energía distinta
  3. Lecciones de las relaciones en pareja
  4. Las relaciones de pareja en la sociedad

1. Sobre buscar pareja: las relaciones de pareja y sus energías

Si me sigues desde hace tiempo, ya me habrás escuchado decir que las relaciones de pareja requieren energía, ¡mucha! No es nada nuevo. Lo digo cada dos por tres en mi cuenta de Instagram.

Una relación de pareja es una energía totalmente nueva que se forma a partir de dos personas que deciden compartir su vida, con más o menos implicación, asumiendo más o menos riesgo, con mayor o menor madurez emocional, etc. Todo eso determinará la energía que da forma a la relación de pareja.

Y las relaciones, muchas veces, nos plantean desafíos. Nos hacen cuestionarnos muchas cosas de nuestro modelo de vida e, incluso, nos hacen dudar de nuestras decisiones.

2. Una vida sin pareja: una energía distinta

Cuando estás soltera, indudablemente no tienes que dedicar tu energía a nutrir ninguna relación. Puedes invertir esa energía en ti misma o en cualquier proyecto que tengas entre manos, por ejemplo. Este es uno de los motivos por los que las mujeres solteras que se reencuentran a sí mismas tras una ruptura parecen brillar con una luz totalmente renovada.

Se las ve más radiantes, más guapas, más seguras de sí mismas. Toda la energía que antes les consumían los disgustos, los sinsabores del día a día… La idea recurrente de que esa relación no era lo que soñaban, el estrés por esa separación que inevitablemente tarde o temprano llegaría es energía. De repente, tienen toda esa energía disponible para sí mismas.

¡Y menuda cantidad de energía! Porque si antes se sentían drenadas, alicaídas y desmotivadas, cuando superan la ruptura y vuelven a sentirse bien con su vida y consigo mismas descubren algo importante. Toda la atención que le dedicaban a su relación, pueden dedicársela ahora a un hobby, a su trabajo, a ir al gimnasio o a planear un viaje con sus amigas.

Y en esto estaba yo pensando, cuando llegó mi momento de inflexión.

¿Por qué las mujeres sentimos ese impulso tan incontrolable e ilógico a tener una relación de pareja?

¿Por qué absolutamente todo en nuestra sociedad es un medio que nos recuerda la importancia de estar en pareja?

Y es obvio que, cuando tienes tu atención puesta en otra cosa, ya sea una relación de pareja o el mundial de fútbol, dejas de prestarte atención a ti. Las relaciones de pareja nos distraen, ¡y mucho! Indudablemente, tienen su función en nuestra vida a nivel evolutivo y son necesarias para aprender ciertas cosas.

3. Lecciones de las relaciones en pareja

Una de las áreas de especialización a través de las que trabajo el empoderamiento con mujeres son precisamente las relaciones de pareja. Y es que son quizá el mayor maestro que podemos tener en nuestra vida.

Una relación de pareja es como un laberinto de espejos. Cada uno te mostrará un aspecto distinto de ti misma. Hay quienes se pierden en el laberinto y quienes aprenden de sus errores para encontrar la salida y, la siguiente vez, no meterse en el mismo tipo de embrollo.

Pero me gustaría que te dedicases algunos minutos a reflexionar conmigo. Piensa en tus relaciones pasadas, e incluso en tu relación actual si la tienes, y dime:

  • ¿Cuánto tiempo de pensar en ti misma te quita tu relación de pareja?
  • ¿Cuánto tiempo de pensar en lo que tú realmente quieres?
  • ¿En si has tenido que renunciar a un estilo de vida que te encantaba?
  • ¿O a un sueño?
  • ¿O a un proyecto de vida que para ti era de suma importancia?

Si estás distraída, pensando en que quieres una relación, porque no la tienes. O en que tu relación actual tendría que ser mejor de lo que es, o en que siempre das con el mismo tipo de hombres. Quizás en que tu relación tiene que funcionar sí o sí, porque si no… qué van a pensar las personas de tu entorno. Es obvio que no te dedicarás a ti misma toda la atención que necesitas.

Y es que hay preguntas fundamentales que tendrías que hacerte cuando estás en pareja.

Algunos ejemplos son:

  • ¿Qué es para mí lo más importante en la vida?
  • ¿Estoy haciendo lo que realmente me hace feliz?
  • ¿Mi estilo de vida es el que yo realmente quiero tener?
  • ¿Estoy cediendo en cosas que me hacen sentirme mal conmigo misma?
  • ¿Mi relación de pareja me aporta alegría o me hace sentirme desgastada y triste?

La cuestión es que no nos hacemos esas preguntas, porque pensamos que ya hemos llegado a la meta. Ya tenemos pareja, todo está bien, mi trabajo ya está hecho. Y tener una relación de pareja no es ninguna meta, es solo una parte del recorrido que es tu vida.

Y no debes perder de vista nunca que lo más importante de todo es que te sientas a gusto con tu vida. Con esa realidad que construyes día a día y que depende tan solo de ti y de las decisiones que tomas.

4. Las relaciones de pareja en la sociedad

Creo que uno de los motivos por lo que a nivel de sociedad se nos insiste tanto en la importancia de buscar pareja va más allá del compartir nuestra con otra persona, y es también una forma de alejarnos de nuestro poder personal.

Para poder vivir una relación de pareja desde un lugar de claridad interior y de empoderamiento, es fundamental pasar tiempo solas para poder hacernos todas esas preguntas de suma importancia. Saber cuál es el rumbo que queremos tomar, cuáles son nuestros límites, cuál es el modelo de vida que queremos, etc.

Pero si se nos alienta a estar siempre en la búsqueda constante de la pareja, cuando terminemos una relación nos sentiremos inmediatamente empujadas a encontrar a la siguiente pareja con la que rellenar ese “hueco” que ha quedado en nuestra vida. Para no sentir que, de nuevo, hemos fracasado en esa meta inexcusable que la sociedad nos impone, sin darnos cuenta de que el hueco solo podemos llenarlo nosotras mismas.